El paseo hacia la Garganta del Diablo debió ser reconstruido luego de las fuertes crecidas de octubre y noviembre pasados; se volverá a habilitar este sábado; fuertes expectativas turísticas para las vacaciones de invierno
Tras casi nueve meses cerrado al público por la histórica crecida del río Iguazú que arrastró consigo el 90% de las pasarelas, reabre este sábado el paseo a la Garganta del Diablo, el principal atractivo del parque nacional más visitado del país.
Volverá a funcionar también la estación de trenes, que es la única forma de llegar hasta ese punto, y que también tuvo que ser reconstruida, ya que la crecida arrastró 400 metros de vías y el agua cubrió casi hasta el techo los sectores gastronómicos y los sanitarios.
Setenta y nueve tramos de la pasarela, conformada senderos de hierro y barandas rebatibles de una longitud de 1100 metros hasta la Garganta del Diablo, fueron prácticamente arrancados por la fuerza del río.
El jueves se realizará una apertura oficial para la prensa, con la visita del secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli, y del titular de Parques Nacionales, Cristian Larsen, junto al gobernador de Misiones, Hugo Passalacqua, Senadores y Diputados nacionales que forman parte de las comisiones de Turismo en ambas Cámaras.
El trabajo
Reabrir este paseo demandó varios meses de intenso trabajo. De hecho, la empresa Iguazú Argentina SA, concesionaria del parque nacional, debió comprar material y construir pasarelas nuevas que ya no se podían recuperar o estaban inutilizables luego de ser rescatadas del lecho del río.
“Tras un acuerdo que realizamos con Daniel Scioli, invertimos aproximadamente 1000 millones de pesos. Esta concesión es un modelo público-privado que permitió rehabilitar este atractivo en muy poco tiempo”, explicó Roberto Enríquez, ingeniero y titular de la empresa concesionaria Iguazú Argentina SA.
En agosto de 2022, el Iguazú tuvo otra crecida récord que arrasó las pasarelas a la Garganta del Diablo y en aquel momento la empresa pidió un crédito para reconstruir el paseo en pleno verano para lograr la reapertura a fines de febrero. “Es un trabajo egipcio”, había dicho Enríquez en ese entonces.
Pero la crecida de octubre y noviembre pasados fue mucho mayor. “Es extraordinaria la fuerza del río, encontramos vías retorcidas y pasarelas que ya no podían volver a utilizarse, trabajamos mucho en los últimos cuatro meses”, explicó, Carol da Rosa, gerente de Iguazú Argentina SA.
“Recién en diciembre el nivel del río bajó lo suficiente como para poder empezar con la evaluación de los daños y comenzar las tareas de reconstrucción. Los últimos cuatro meses fueron de intenso trabajo para poder reabrir antes de las vacaciones de invierno”, explicó Da Rosa.
Además, en la empresa aprovecharon para mejorar la infraestructura y ampliar la capacidad de los sanitarios. Así, se evitarían las filas en algunos puntos de gran concentración de visitantes.
Fuente: La Nación